El pescado en Colombia comprende un sector que sigue en ascenso. Detrás de cada plato de tilapia fresca o de una buena cachama cultivada en el país hay una historia de crecimiento impresionante, y en el centro de esa historia, como aliado fundamental para el desarrollo, se encuentra un ingrediente inesperado: el maíz.
Esta relación es clave para entender la dinámica de la producción y el consumo de pescado en Colombia.
La industria acuícola colombiana —la que produce nuestro pescado y camarón de cultivo— no para de crecer. De ser un sector tradicional, se ha convertido en una fuerza poderosa que impulsa el consumo, genera empleo y exporta proteína de alta calidad. Es una conexión vital, una relación de dependencia que asegura la seguridad alimentaria del país.
El boom acuícola: De las granjas a tu mesa
El pescado en Colombia ya no es solo cosa de Semana Santa. Los colombianos estamos comiendo cada vez más productos del mar y de cultivo. En 2024, el consumo per cápita de pescado en Colombia alcanzó los 9.4 Kg por persona al año, lo que demuestra un cambio significativo en los hábitos alimenticios.
Para satisfacer este apetito creciente, el sector ha tenido que transformarse. Las cifras de producción son notables:
- Producción Total 2024: Se cosecharon 210.516 toneladas de carne de pescado y camarón de cultivo.
- Especies Dominantes: La Tilapia lidera con un 56% de la producción total, seguida por la Cachama (17%) y la Trucha (15%).
- Formalización Récord: La confianza en el sector se evidencia en la formalización de las granjas, que registró un incremento del 1.898% en los últimos cinco años.
Este boom no solo alimenta a las familias, sino que impulsa la economía, aportando el 3.3% del PIB agropecuario y generando 63.155 empleos directos y 189.464 indirectos en todo el país.
El maíz: El componente energético para la producción de pescado
Pero, ¿dónde entra el maíz en esta ecuación?
La clave del éxito y el crecimiento de la acuicultura reside en la nutrición. Para que la tilapia y la trucha crezcan sanas y rápido, necesitan alimentos balanceados de alta calidad, y el maíz es el principal componente energético de esos concentrados. Sin una oferta estable de maíz, la producción de pescado en Colombia simplemente se detiene o se encarece.
Esta conexión entre el campo y el estanque es una cadena de valor puramente nacional:
- El campo: Produce maíz.
- La industria: Transforma el maíz en alimento balanceado.
- Las granjas: Utilizan este alimento para producir pescado y camarón.
- La mesa: Los colombianos disfrutan de una proteína nutritiva, asequible y deliciosa.
Un mapa de oportunidades: Dónde se cultiva el pescado en Colombia
La acuicultura ha transformado la economía de varias regiones. Contrario a lo que muchos piensan, los principales productores no son necesariamente los departamentos con costa, sino aquellos con grandes fuentes de agua dulce. Esta es la distribución de la producción de pescado en Colombia:
El Huila, por ejemplo, se ha convertido en un gigante productor de tilapia, mostrando el enorme potencial que tienen las regiones del interior para convertirse en líderes agropecuarios.
El desafío: Asegurar el futuro de la industria del pescado
La capacidad de Colombia para exportar tilapia, trucha y camarón (16.955 toneladas exportadas en 2024) es un testimonio de la calidad. Sin embargo, para mantener y superar este ritmo de crecimiento, el sector acuícola necesita una garantía: que el suministro de maíz local sea abundante y competitivo.
Al apoyar la siembra de más hectáreas de maíz, no solo estamos ayudando a los agricultores, estamos garantizando que el precio del pescado en Colombia se mantenga asequible para las familias y asegurando la competitividad de una industria que está generando bienestar y empleo de manera ejemplar.
La próxima vez que disfrutes un pescado o un camarón, recuerda esta alianza estratégica. Es un recordatorio de que un maíz fuerte en el campo es la base para una Colombia fuerte que come proteína de calidad, genera empleo y conquista mercados internacionales.

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